Un día rutinario...
7 de la mañana, un aviso de última hora.....
El señor Presidente me visitará
Sin saber protocolos de gobierno...
Sin vestimenta adecuada para recibirlo....
Sin conocer que había algarabía debido a
tan grande visita.
Muchas y muchos lo seguían....
le daban besos y abrazos con alegría,
llego la hora de su entrada.
Paso a paso...
minuto a minuto...
las cámaras de televisión se presentaron
daban seguimiento a su caminar...
De repente me da la mano....
la devuelvo con educación...
En el momento menos pensando
se acerca para darme un beso,
el beso presidencial...
Sin querer me dí la vuelta,
y esperando se quedo...
las cámaras frente a mí...
me ví en la tarea de acercarme,
y al final dejar que diera...
el beso, el beso presidencial....
Envidia de muchas, pena de mi parte.
Por falta de costumbre a visitas tan importantes,
me quede con mi pena.
Pena de la cual, hasta el presidente se enorgullece.
Que interesante este escrito amiga, ¿que relacion tiene con la visita reciente?, jajaja
ResponderEliminarcualquier parecido con la realidad es pura coincidencia............. jajajaja
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